5.4. Colaboraciones: organizaciones comunitarias y sociedad civil
Crear relaciones eficaces entre los centros escolares y la comunidad en general puede tener repercusiones importantes en la calidad del aprendizaje. Estas relaciones también pueden cambiar los factores comunitarios y estructurales que fomentan la desigualdad educativa. Las bibliotecas, los clubes deportivos y juveniles, las ONG locales y otras organizaciones comunitarias, que reúnen a los estudiantes y sus familias en torno a una amplia gama de actividades de ocio y que apoyan el acceso a oportunidades de aprendizaje y servicios más amplios, pueden establecer colaboraciones para reforzar los vínculos entre los centros, las familias y los estudiantes. Ello puede ser especialmente útil para los padres y las familias de entornos desfavorecidos, o para los padres que hayan tenido experiencias negativas con los estudios en el pasado.
Estos tipos de colaboración requieren un entendimiento más holístico de la forma en que los centros, las familias, las comunidades y la sociedad civil pueden trabajar unidos para mejorar los resultados vitales de los jóvenes y alimentar su autoestima y su confianza. También exige una mayor comprensión de cómo los centros educativos pueden influir en la comunidad en general para modificar los contextos familiares y sociales en los que niños y jóvenes aprenden.
Los centros que se hayan beneficiado de inversiones en bibliotecas comunitarias, centros deportivos y otras instalaciones públicas pueden estar en condiciones de promover el acceso a estas instalaciones entre los miembros de la comunidad en general fuera del horario escolar. La apertura de instalaciones escolares fuera del horario del centro para actividades de divulgación y extracurriculares puede ser muy ventajosa. Fomenta la capacitación de la comunidad y ayuda a cerrar la brecha entre centros educativos y padres, especialmente aquellos que no están familiarizados con el sistema escolar.
Las investigaciones demuestran que los centros escolares que resultan más eficaces a la hora de crear unas relaciones sólidas con sus comunidades locales tienen estrategias de implicación comunitaria bien desarrolladas , con objetivos claros, que pueden perdurar en el tiempo y que reconocen los activos de la comunidad. Por ejemplo, los centros escolares pueden planificar actividades extraescolares deliberadamente para crear itinerarios hacia el empleo para adultos, o para fomentar un estilo de vida saludable y apoyar activamente la participación de los miembros de la comunidad.
Más información:
Ministerio de Educación, Reino Unido, Extended Schools and Services: Research into the impact of a range of extra-curricular services and activities for children, young people and the wider community, plataforma en línea.
Flint, N.: Schools, communities and social capital: Building blocks in the 'Big Society’, National College for Leadership of Schools and Children’s Services, 2012.
Ice, M.; Thapa, A.; Cohen, J.: «Recognizing Community Voice and a Youth-led School-Community Partnership in the School Climate Improvement Process», School Community Journal, vol. 25, n.º 1, 2015, pp. 9-28.
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