3.1. Bienestar de los alumnos
Los enfoques integrales de la educación implican dedicar atención al ambiente escolar general. Un entorno de aprendizaje seguro y atento fomenta las relaciones positivas entre los docentes, el personal del centro y los alumnos. Por ejemplo, es importante que haya un entorno físico que sea seguro, abierto y estimulante, así como deportes y actividades físicas regulares para todos los estudiantes. Los centros pueden apostar por la gestión de conflictos dentro de los espacios comunes del centro para promover la cultura del diálogo y la diversidad. Estas condiciones de aprendizaje y de contexto contribuyen a crear un clima positivo y un sentimiento de pertenencia en todos los alumnos.
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Todos los alumnos —pero, sobre todo, aquellos con dificultades de aprendizaje o discapacidades, o aquellos que se enfrentan a retos personales, sociales o emocionales— necesitan poder acceder con facilidad a los profesores y otros profesionales que puedan apoyar su desarrollo educativo y personal. El asesoramiento y las tutorías pueden facilitar la orientación profesional, mientras que las actividades culturales y extracurriculares son importantes para ampliar sus competencias sociales y personales.
Dentro del amplio abanico de servicios de apoyo y asesoramiento basados en una visión integral del individuo, también pueden incluirse servicios sociales y servicios relacionados con la familia. Debería tenerse en cuenta el impacto de las experiencias vitales decisivas (también de acontecimientos traumáticos) en el desarrollo personal de los jóvenes. Esto debería incluir la prestación de apoyo emocional y psicológico, en el centro o en colaboración con agencias y servicios locales. Este apoyo debería centrarse en el desarrollo de la autoestima, la confianza y la motivación del estudiante, para que pueda pensar en su futuro con mayor optimismo. Las asesorías o tutorías entre iguales también pueden ser eficaces a la hora de proporcionar apoyo socioemocional.
Los docentes y demás personal del centro deberían disponer de oportunidades de desarrollo profesional para poder ayudar a los estudiantes que necesiten apoyo emocional adicional. Deberían conocer y tener acceso a canales de comunicación para compartir información personal sobre los estudiantes y obtener acceso a apoyo adicional para dichos estudiantes. Asimismo, debería atenderse al bienestar emocional del personal.
Deberían realizarse encuestas y evaluaciones del ambiente escolar deliberada y sistemáticamente que involucraran a todo el personal y a todos los alumnos del centro. Los estudiantes deberían participar en el análisis y la planificación.
Los centros deberían disponer de estrategias contra el acoso, las cuales deberían cubrir todas las formas de acoso escolar, incluido el ciberacoso, para garantizar un entorno seguro y responder con eficacia a estas violaciones de los derechos de los niños. Hay numerosos trabajos de investigación disponibles sobre métodos eficaces para afrontar el acoso escolar y la victimización en centros escolares. Al mismo tiempo, las medidas para luchar contra el trato degradante y el acoso escolar deberían basarse en las circunstancias propias del centro.
Esta evaluación de los métodos para prevenir y combatir el acoso escolar se basa en datos cualitativos y cuantitativos de 39 centros escolares. Los ocho programas contra el acoso que se siguieron son: Farsta Method, Friends, Lions Quest, el programa Olweus, SET (Social Emotional Training), School Comet, School Mediation y Second Step.
Ningún centro escolar utilizaba un solo programa, sino más bien una combinación de medidas y programas. Se constató que las distintas medidas tenían efectos diferentes en niños y niñas, y según si se trataba de acoso social o físico. Ningún programa tuvo un efecto positivo espectacular. Por el contrario, los centros escolares consiguieron mejores resultados cuando aplicaron un enfoque sistemático mediante una combinación de medidas. El informe de evaluación da cuenta de las experiencias en los centros con los diferentes programas y de la medida en la que estos han contribuido a reducir el acoso escolar.
Agencia Nacional para la Educación de Suecia, Evaluación de métodos para combatir el acoso escolar (2011)
Más información:
8º Foro Europeo para los Derechos de la Infancia, El papel de los sistemas de protección de la infancia en la protección de los niños del acoso escolar y del ciberacoso, Bruselas, 17 y 18 de diciembre, 2013.
Farrington, D.P. y Ttofi, M.: School-Based Programs to Reduce Bullying and Victimization: A Systematic Review, The Campbell Collaboration, Oslo, 2010.
Nouwen, W.; Clycq, N.; Braspenningx, M., y Timmerman, C.: Cross-case Analyses of School-based Prevention and Intervention Measures, Project Paper 6, Proyecto RESl.eu, Centre for Migration and Intercultural Studies, Universidad de Amberes, 2016.
Agencia Nacional para la Educación de Suecia: Evaluación de métodos para combatir el acoso escolar, Informe 353, Skolverket, Estocolmo, 2011.
Unicef: Plataforma en línea Rights Respecting Schools Award
Bibliografía complementaria:
Anderson, A. R.; Christenson, S. L.; Sinclair, M. F., y Lehr, C. A.: «Check and Connect: The importance of relationships for promoting engagement with school», Journal of School Psychology, vol. 42, 2004, pp. 95–113.
Downes, P.: «The neglected shadow: Some European perspectives on emotional supports for early school leaving prevention», International Journal of Emotional Education, vol. 3 n.º 2, 2011, pp. 3-39.
Gresham, F. M.: «Evidence-based social skills interventions: Empirical foundations for instructional approaches», En Shinn, M.R. y Walker, H.M. (Eds.): Interventions for achievement and behavior problems in a three-tier model including RTI, National Association of School Psychologists, Bethesda, MD, 2010, pp. 337-362.
Scheel, M.; Madabhushi, S., y Backhaus, A.: «The academic motivation of at-risk students in a counseling prevention programme», The Counseling Psychologist, vol. 37, 2009, pp. 1147-1178.
Sinclair, M. F.; Christenson, S. L., y Thurlow, M. L.: «Promoting school completion of urban secondary youth with emotional or behavioral disabilities», Exceptional Children, vol. 71 n.º 4, 2005, pp. 465–482.
Skinner, E.A. y Pitzer, J.R.: «Developmental Dynamics of Student Engagement, Coping, and Everyday Resilience», en Christenson, S.L.; Reschly, A.L.; Wylie, C. (Eds.)
Handbook of Research on Student Engagement, Nueva York, Springer, 2012, pp. 21-44.
White, S. W. y Kelly, F. D.: «The school counselor’s role in school dropout prevention», Journal of Counseling & Development, vol. 88, 2010, pp. 227–235.