3. Apoyo a los estudiantes
Las necesidades de los estudiantes deberían estar en el centro de la educación. Todos los estudiantes tienen derecho a una educación de alta calidad, un programa de enseñanza pertinente, una evaluación adecuada y unas oportunidades de aprendizaje «equivalentes» y valoradas. Los centros educativos deberían proporcionar un entorno que se adapte a la diversidad de los alumnos, incluidas las diversas necesidades de aprendizaje, con el fin de maximizar el potencial de todos los jóvenes. Una educación de calidad se debería concebir de tal forma que se amolde a los estudiantes, en vez de obligarlos a ellos a amoldarse al sistema existente. Esto debería garantizar que se involucraran en el proceso de aprendizaje y vieran una finalidad clara a sus estudios. Son incentivos importantes para seguir estudiando.
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Es importante que las posibles dificultades de aprendizaje sean identificadas ya durante la educación infantil y la atención a la infancia y que los niños reciban el apoyo adecuado incluso antes de pasar a la educación primaria. Tanto si el diagnóstico se hace en la etapa de prevención o más adelante, los centros escolares deberían ser capaces de identificar con rapidez las dificultades o los indicios de desvinculación cognitiva, emocional y conductual, y estar listos y equipados para responder. Debería disponerse de un marco de apoyo, formado por un amplio abanico de medidas diversificadas para distintos grupos de alumnos. Es posible identificar tres niveles de intervención:
- Apoyo universal: para todos los estudiantes
- Apoyo selectivo: para grupos de estudiantes con un grado moderado de riesgo o necesidad
- Apoyo individual: intervención intensiva en casos crónicos o con niveles extremadamente elevados de riesgo o necesidad
El marco de apoyo a los estudiantes debería ser holístico e integral y debería abordar todas las dimensiones de la vida de un estudiante: académica, emocional, de la salud, etc. Debería prestarse especial atención a fomentar la confianza, los lazos emocionales y la motivación hacia la educación. La ayuda debería ser inclusiva y abordar con precaución la posible estigmatización asociada con la clasificación como alumno en riesgo.
La intervención selectiva e individual en estudiantes en riesgo será más eficaz si la llevan a cabo equipos multidisciplinares (en los centros o trayendo profesionales externos a los centros), con la implicación de todos aquellos que interactúan con los estudiantes, ya sean miembros de su familia, hermanos o voluntarios. Un plan de apoyo individual, pactado con el estudiante y su familia, puede ser de utilidad para fijar objetivos claros y alcanzables para resolver los problemas y hacer un seguimiento del progreso.
Un ejemplo de sistema de apoyo diversificado (de tres niveles) para estudiantes: Finlandia
El sistema finlandés de educación básica se ha basado en la filosofía de la inclusión durante mucho tiempo. La educación básica es la misma para todo el mundo. Los niños no se dividen en grupos en función de sus aptitudes, sino que reciben apoyo individual para que puedan superar con éxito la educación básica. La reforma de los programas de enseñanza básicos nacionales para la enseñanza preescolar y básica (2010) incluye una nueva forma sistemática de organizar el apoyo. El objetivo es prestar apoyo tan pronto como sea posible para evitar la aparición y el desarrollo de problemas.
El apoyo al crecimiento, el aprendizaje y la asistencia escolar se organiza en tres categorías: general, reforzado y apoyo especial.
Todo el mundo tiene derecho al apoyo general. Es una parte natural de la docencia diaria y el proceso de aprendizaje. El apoyo intensivo y el especial se basan en la evaluación minuciosa que llevan a cabo equipos interprofesionales y en la elaboración de planes de aprendizaje individuales para solucionar las necesidades a largo plazo.
Si el apoyo general no basta, se lleva a cabo una evaluación individual y se prepara un plan para un apoyo intensivo en el contexto del grupo de bienestar del alumno en el centro escolar. A continuación, se confecciona un plan de aprendizaje.
Si el apoyo intensivo no es suficiente, se redactan otros informes pedagógicos más extensivos. La institución educativa recopila información de los docentes y del grupo de bienestar del centro. Con esta información, la institución educativa toma una decisión oficial referente al apoyo especial. Tras esta decisión, se elabora un plan educativo individual inclusivo.
Más información:
Find out more:
Downes, P., 2011, Multi/Interdisciplinary Teams for Early School Leaving Prevention: Developing a European Strategy Informed by International Evidence and Research, NESET research paper.
ECORYS, Preventing early school leaving in Europe: Lessons learned from second chance education, Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2014.
Eurydice and Cedefop, Tackling Early Leaving from Education and Training in Europe: Strategies, Policies and Measures, Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2014.
Nouwen, W., Clycq, N., Braspenningx, M., and Timmerman, C., Cross-case Analyses of School-based Prevention and Intervention Measures, Project Paper 6, RESl.eu Project, Centre for Migration and Intercultural Studies, University of Antwerp, 2016.
Additional reading:
Dynarski, M., Clarke, L., Cobb, B., Finn, J., Rumberger, R., and Smink, J., Dropout prevention: A practice guide, National Center for Education Evaluation and Regional Assistance, Institute of Education Sciences, U.S. Department of Education, Washington, D.C., 2008.
Lamb, S, Markussen, E, Teese, R, Sandberg, N, Polesel, J (eds.) School Dropout and Completion: International comparative studies in theory and policy, Springer, Dordrecht-Heidelberg-London New York, 2011.
Rumberger, R.W. ‘Why students drop out of school’, in Gary Orfield (Ed.), Dropouts in America: Confronting the graduation rate crisis (pp.131-155), Harvard Education Press, Cambridge, MA, 2004.
Rumberger, R.W., and Lim, S. Why students drop out of school: A review of 25 years of research, California Dropout Research Project, UC Santa Barbara, 2008.